(Reporteros canal 13)
Los desafíos de la Ley Penal Juvenil La nueva norma no es muy distinta a la que rige para adultos: la gran diferencia está en los programas de rehabilitación y reinserción social.
Para la abogada de Paz Ciudadana, Francisca Werth, es un sistema que va a entregar mejores garantías, mejores derechos. Van a tener derecho a defensa, vamos a contar con fiscales especializados, capacitados en el tema". Sin embargo, el gran desafío está planteado en la segunda etapa: la rehabilitación. Una tarea gigante, sobre todo en los primeros meses donde todo lo necesario no estará listo. La presidenta de la Asociación de Funcionarios del Servicio Nacional de Menores (Sename), Alicia del Basto, dijo que "la única diferencia que debiera haber es que debiera tener los programas de reinserción para los chiquillos, y la escuela al día de hoy no está".
Si bien hay importantes avances en infraestructura y otros convenios que permitirán cubrir las necesidades, hay pendientes como "los programas de educación y los programas de taller", aseguró Del Basto. A eso se suma la compleja misión de adecuar los actuales centros al nuevo formato, donde -por ejemplo- Gendarmería, tiene un papel central. El presidente de la Asociación de Funcionarios Penitenciarios, José Luengo, expresó que "como están los centros de menores es imposible que se rehabiliten".
Su opinión es que muchos centros simplemente funcionarán como cárceles para jóvenes, con la misma rutina y la misma cultura que hace difícil el proceso de rehabilitación, sobre todo por las viejas costumbres carcelarias arraigadas en los jóvenes. "Es sumamente difícil, porque son culturas muy carcelarias, donde los jóvenes aprenden a sobrevivir más que a vivir", expresó Werth. Por su parte, Óscar Benavides, directivo de funcionarios penitenciarios, agregó que "los recintos que hoy día están siendo creados para el tratamiento de rehabilitación, que son los sistemas cerrados, se van a transformar en verdaderas cárceles, porque se van a requerir gendarmes que custodien afuera y que estén custodiando adentro". A eso se suman proyecciones del aumento de jóvenes que recibirán condenas privativas de libertad: "Los primeros casos van a ir indicando por donde los jueces y el circuito judicial van a ir actuando en términos de aplicación de sanciones", dijo Paulina Fernández, directora del Sename.
Los desafíos de la Ley Penal Juvenil La nueva norma no es muy distinta a la que rige para adultos: la gran diferencia está en los programas de rehabilitación y reinserción social.
Para la abogada de Paz Ciudadana, Francisca Werth, es un sistema que va a entregar mejores garantías, mejores derechos. Van a tener derecho a defensa, vamos a contar con fiscales especializados, capacitados en el tema". Sin embargo, el gran desafío está planteado en la segunda etapa: la rehabilitación. Una tarea gigante, sobre todo en los primeros meses donde todo lo necesario no estará listo. La presidenta de la Asociación de Funcionarios del Servicio Nacional de Menores (Sename), Alicia del Basto, dijo que "la única diferencia que debiera haber es que debiera tener los programas de reinserción para los chiquillos, y la escuela al día de hoy no está".
Si bien hay importantes avances en infraestructura y otros convenios que permitirán cubrir las necesidades, hay pendientes como "los programas de educación y los programas de taller", aseguró Del Basto. A eso se suma la compleja misión de adecuar los actuales centros al nuevo formato, donde -por ejemplo- Gendarmería, tiene un papel central. El presidente de la Asociación de Funcionarios Penitenciarios, José Luengo, expresó que "como están los centros de menores es imposible que se rehabiliten".
Su opinión es que muchos centros simplemente funcionarán como cárceles para jóvenes, con la misma rutina y la misma cultura que hace difícil el proceso de rehabilitación, sobre todo por las viejas costumbres carcelarias arraigadas en los jóvenes. "Es sumamente difícil, porque son culturas muy carcelarias, donde los jóvenes aprenden a sobrevivir más que a vivir", expresó Werth. Por su parte, Óscar Benavides, directivo de funcionarios penitenciarios, agregó que "los recintos que hoy día están siendo creados para el tratamiento de rehabilitación, que son los sistemas cerrados, se van a transformar en verdaderas cárceles, porque se van a requerir gendarmes que custodien afuera y que estén custodiando adentro". A eso se suman proyecciones del aumento de jóvenes que recibirán condenas privativas de libertad: "Los primeros casos van a ir indicando por donde los jueces y el circuito judicial van a ir actuando en términos de aplicación de sanciones", dijo Paulina Fernández, directora del Sename.
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